El sueño de 1920: Un complejo de 1927 en Buenos Aires es todo lo que un hogar verde debería ser

Debido a que muchos de nosotros anhelamos los tiempos pasados, éste complejo de viviendas de 1927 se ha convertido en el lugar deseado para habitar de varios personajes del mundo del arte en Buenos Aires. No son nuevas torres... no es lujoso... no son mansiones en barrios privados a una hora de la ciudad......Aunque no es difícil entender por qué... El barrio Parque Los Andes tiene por lo menos 80 años de edad, y tiene muchas de las cualidades que cualquier ecologista o verde urbanita querría para una casa: los edificios son de poca altura, separados por la distancia de sombra, espacios verdes, y la cultura y la vida en comunidad.Fue la primera comunidad municipal de viviendas en la ciudad, y desde que se
abrió es administrado por sus vecinos. 

Diseñado por el arquitecto Fermín Bereterbide, que fue influenciado por las tendencias orientales de espacios vacíos, privilegiando las zonas comunes y parques entre los edificios. Como Juan Molina y Vedia, arquitecto e investigador, dice en un video explicativo: "El vacío es lo que hace que una casa exista. El espacio es creado por el vacío en el que uno puede moverse y vivir. "

El complejo se compone de un bloque entero, dividido en 17 edificios cada uno de cuatro pisos de altura, con un total de 157 apartamentos.Se organiza alrededor de un eje central en el que una fuente recoge a los vecinos y niños, recuperando la idea del patio colonial. Los árboles y espacios verdes abundan a su alrededor, y todos los espacios comunes están llenos de bancos para sentarse y tomar un mate o charlar con los vecinos.Algunas de las zonas de la Comunidad también incluyen una cancha de fútbol, una ​​pérgola de flores, un teatro y una biblioteca. 

Sólo tres tipos de apartamentos pueblan los edificios, todos ellos con amplios espacios, ventanas en todos sus frentes, y ventilación natural.Como suele suceder, cuando el complejo fue construido fue subestimado y al arquitecto se le hizo caso omiso, lo que hace pensar en cuántos lugares como este tal vez no tuvimos oportunidad de ver debido a la demolición.Tuve la oportunidad de vivir aquí durante unos meses hace poco y puedo decir: ¡qué diferencia de cualquier otra cosa!. No me siento mucho más de la comunidad ya que no he tenido mucho tiempo para involucrarme en ella, pero sentía el calor tácito de los vecinos de sentirse parte de algo, todos y cada uno al decir un simple "Hola" al cruzar nuestros caminos en el parque... 

A sólo una cuadra de distancia se encuentra la muy concurrida Avenida Corrientes, y los enormes árboles dentro del parque interior del complejo actúan como un amortiguador para el ruido de la calle. Muy temprano por la mañana el sonido de los loros es un tranquilizante natural.Un ejemplo y confirmación de cómo nuestras ciudades pueden ser tan diferentes a través del diseño. 

SOURCE: www.treehugger.com